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Autoayuda – AS.com



Los procesos de reconstrucción en todos los ámbitos de la vida son muy particulares. Ni que decir tiene que si es necesario reconstruir es porque hay ruina. Entonces, lo primero que se requiere es honestidad para reconocerlo. Lo siguiente es decidir qué quieres hacer, ser, adónde ir. En general, es útil conocer su personalidad, sus propias debilidades y fortalezas. Y planificar los medios (a corto plazo) y la estrategia (a largo plazo) para lograrlo. Toda esta infamia de autoayuda disfrazada de sabiduría que les estoy diciendo es relevante por el proceso que ha vivido, está vivo, el Selección Fútbol español.

Casi todos los renacimientos son hermosos, pero este puede tocar especialmente nuestros corazones porque pensamos, por una buena razón, que el Edén visitado hace unos años era insustituible. Es cierto que nunca se alcanzan estándares tan altos de calidad, buen juego y logros, pero se ha redescubierto el camino correcto. El estilo maravilloso con el que todo se ha ganado ha dejado de ser un modelo de tutela autoritaria e injusta para volver a ser lo que debería ser: una ideología, una forma de hacer las cosas.

Luis Enrique besa a Gavi.

Para lograrlo, se necesitó un liderazgo rocoso que logró lo dicho anteriormente, recurriendo al libro sin mesianismo, con honestidad y carácter. Un buen diagnóstico: no hay un solo jugador que esté entre los diez primeros del mundo en su puesto; hay una debilidad en ambas áreas. Lo que quieren ser: una selección nacional que juegue con un método o cultura determinada que los ha llevado al éxito. Cómo: favorecer al grupo sobre los individuos que no existen. Con el jefe siendo el jefe y siendo sordo. Apueste por perfiles en lugar de nombres. Esto se explica Gavi, Jeremías, el buen juego, los resultados. Todo esto se escribe con facilidad, se critica aún más fácilmente, hay mucha gente esperando para hacerlo en la derrota, pero se hace con dificultad. En tiempos de mediocridad lo decisivo era la fe del hombre en sus convicciones. Algunos clubes deberían aprender.

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