<
>

Bicicleta de montaña | ‘Acogedora bienvenida



Ha arrancado la tercera edición de la Asturias Bike Race. Tras el paréntesis del año pasado, que no se pudo realizar por la situación sanitaria, el encuentro asturiano vuelve con todos sus “sacramentos”. Ingredientes probados el primer día, una «cálida» bienvenida para el pelotón que encontró todo: subidas interminables, descensos impresionantes, barro y lluvia. No está mal para empezar.

Cada desafío es el mismo. Desde el momento en que formalizas el registro, se forma un ‘nudo’ en la garganta que aumenta a medida que se acerca la salida. Por supuesto, cuando llegas al paddock, siempre te encuentras con algunas caras conocidas que te ayudan a dejar los nervios a un lado. En mi caso, Vidal Celis, ciclista profesional y gran amigo de Dani Sordo, Mónica Plaza, copiloto del Dakar, piloto del Campeonato de España de off-road y gran motorista, o Gabriel Suárez, que fue copiloto de Gorka Antxústegi y colabora con la organización.

Y, tras los saludos, llega el “paseo”. La première étape de l’Asturias Bike Race, appelée XCM, a parcouru un parcours de 60 kilomètres avec 2000 mètres de dénivelé positif … ou c’est ce que disent les journaux, car le sentiment général est que nous avons grimpé presque tout el tiempo. Tras una salida neutralizada hacia Colloto entramos en una zona muy frondosa, los bosques de Tiñana, con formas muy divertidas de abrir la boca. Pero pronto llegó el primer descenso «bestial», unos kilómetros después de haber encontrado otros, y entre largos desniveles. Un columpio en toda regla con zonas muy embarradas en las que el suelo parecía jabón y los neumáticos perdían agarre al chocar contra rocas y raíces pulidas. El ‘orbayu’, como se llama aquí a los ‘calabobos’, aparece y desaparece por toda la escena.

El gran reto de este primer día fue la subida a La Grandota, un muro de hormigón con pendientes superiores al veinte por ciento que nunca parecían terminar. Eso sí, en la coronación las vistas eran espectaculares, incluso viendo los Picos de Europa. Desde allí, descenso a Oviedo, donde mañana comienza la segunda jornada, la Super Stage, o la etapa reina de este largo fin de semana. 70 kilómetros con 2.600 metros de desnivel, con previsión de lluvia para darle más sabor.

Etiquetas
Siguiente

Deja tu comentario