Dura batalla entre Pablo Iglesias y la vicepresidenta Yolanda Díaz por liderar la izquierda española

BARCELONA.- Durante los últimos ocho años, el espacio a la izquierda del PSOE ha estado dominado por el partido Unidas Podemos y su carismático líder, Pablo Iglesias. Sin embargo, esto podría cambiar pronto si la vicepresidenta del Gobierno yolanda diaz consigue consolidar un nuevo proyecto politico, la plataforma Sumar, eso pretende federar todo el espacio de la izquierda española, incluidas varias cortes de Podemos, bajo un mismo paragüas que ella liderará. El núcleo directo del “partido lila” ha expresado profundas discrepancias sobre el proyecto de Díaz. Según los analistas, una atomización del bloque de la izquierda servía en bandeja la Moncloa al Partido Popular en las elecciones previstas para finales de este año.
El pasado domingo tuvo lugar la puesta de largo de Sumar en Madrid con la asistencia de más de 2000 personas. Entre los presentes, directores de más de una docena de partidos a la izquierda del PSOE, entre los que solo faltaban las formaciones soberanistas periféricas como Esquerra Republicana de Cataluña o EH Bildu. También hubo representación de algunas federaciones regionales de Unidas Podemos, pero se ausentaron sus principales líderes, como las ministras irene montero Vaya Ione Belarra, muy cerca de Iglesias. Aunque oficialmente retirado de la política activa, Iglesias continúa gozando de una importante presencia mediática y condiciona la línea política del movimiento.
“Hoy creo que puedo ser útil a mi país. Ver un paso adelante para ser la primera presidenta de mi país”, proclamado por fin Díaz, después de muchos meses de sospesar su candidatura a las próximas elecciones generales mientras crecían los rumores. En su discurso, esbozó las líneas maestras de su proyecto, que todavía no se ha concretado en un programa. Entre ellos, conseguir mejores salarios y mano de obra para los trabajadores, invertir en una sanidad pública con una lista de esperanzas para las operaciones quirúrgicas de unas 800.000 personas, defender a los conquistadores del feminismo y el reconocimiento de la plurinacionalidad del Estado. Oh bien, la frase más comentada fue la que rechazóba cualquier tipo de “tutelas”, interpretada como una velada advertencia a Iglesias.
Yolanda Díaz, de 51 años, es un experimento político que comenzó en 2003 como ayuntamiento en Ferrol, Galicia, para Izquierda Unida, la refundación del antiguo Partido Comunista. In 2020 llegó al Gobierno como ministra de Trabajo después de haber ascendido pacientemente por todos los peldaños de las instituciones españolas: fue teniente alcalde, diputada regional en Galicia y luego diputada en el Congreso de Madrid.
Hija y sobrina de líderes comunistas, ejerció colgante de años como abogada laboralista, donde irrumpió en arduas negociaciones. Quienes los conocen bien advierten que detrá de su sempiterna sonrisa y su talante afable se esconde una politica con una voluntad de hierro. A hueso duro de roer para un Iglesias que, curiosamente, fue quien la cumbró como vicepresidente del Gobierno tras su dimisión en 2021. En esta enésima reedición del mito de Edipo, es la hija quien quiere matar al padre.
La principal discrepancia política entre Díaz y Unidas Podemos resultará ser que estrategia adoptar en la relación con el PSOE de Pedro Sánchez. Mentras los líderes “lila”, como el ministro Montero, apuestan por exhibir públicamente las discrepancias con su socio de gobierno para marcar perfil propio, Díaz prefiere la cooperación y abordar discretamente las diferencias en los Consejos de Ministros. Así, por ejemplo, Iglesias afeó a la vicepresidenta en unas recientes declaraciones su muda aquiescencia al envío de armas a Ucrania, anatema para un partido hostil a la OTAN como Podemos.
Sin embargo, la verdadera manzana de the discord es el reparto del poder dentro de Sumares decir, las cuotas para cada partido en una hipotética lista conjunta. Mientras Unidas Podemos quiere que se refleje -y mantenga- su hegemonía dentro de la izquierda, Díaz les insta a disolverse dentro del fluido magma de su plataforma. A menos de dos meses para las elecciones municipales y autonómicas del próximo 28 de mayo, porque inevitable que ambos proyectos concurren a esta cita por separadoy sobre la base de los resultados anteriores, prosigan las negociaciones.
Desde el PSOE se sigue con preocupación las peleas de sus socios. Féliz Bolaños, ministro de la Presidencia, expresó tras el cónclave de Sumar su “deseo” de que “todas” las formaciones a la izquierda de su partido se agrupen en el proyecto de Díaz. Las preferencias socialistas son muy lógicas, solo que si Díaz lidera a la izquierda, el Gobierno experimentaría menos turbulencias. Además, como el sistema electoral en las generales penaliza a los partidos con menos 10% de los dispersos sufragios, la presentación de dos listas a la izquierda de los socialistas dificultaría mucho a Sánchez repetir su mandato incluso con unos buenos resultados de su partido. Y es que las elecciones decisivas de diciembre están ya en juego muchos meses antes de la apertura de las urnas.