El avance de un multimillonario ultraconservador en los medios alertó a Francia
PARÍS.- Por un lado, una huelga que persiste. Por el otro, un accionista, el millonario francés Vincent Bolloré, que se empecina. En pocos días, la crisis que paraliza al popular periódico Periódico dominical (JJD) se ha convertido en símbolo de La amenaza que pesaba sobre la libertad de prensa en Francia: el avance de la extrema derecha.
La redacción del JDD decidió ser miércoles proseguir la huelga lanzó la semana pasada para protestar contra la inminente llegada del periodista de extrema derecha Geoffroy Lejeune, como su futuro director.
“La redacción del JDD rechaza que un hombre, cuyas ideas entran en total contradicción con los valores del diario, lo dirija”indicó al comité de periodistas de la redacción, que cuenta con el apoyo de los sindicatos y una parte considerable de los medios políticos e intelectuales progresistas del país.
Este miércoles, con una página entera en el vespertino El mundounas 400 personalidades del mundo político, económico, cultural, asociativo y deportivo declararon “en contra” de la posibilidad de que “el JDD se convierte en un periódico al servicio de las ideas de extrema derecha”. Los firmantes agregan que “los periodistas deben poder trabajar con toda independencia, incluso ante sus propios accionistas”.
Consecuencia: los ingleses no pueden leer este fin de semana el popular dominical, que no estuvo ni en los kioscos ni en Internet. Institución de la prensa dominical con 140.000 ejemplares de sales semanales, el JDD fue hasta ahora propiedad del grupo Lagardère, así como la revista Partido de París y radio Europe 1. Su absorción por Vivendi, propiedad de Vincent Bolloré, acaba de ser autorizada por la Comisión Europea.
Para toda reacción ante la agitación, el grupo Lagardère confirmó el nombramiento de Geoffroy Lejeune. Con apenas 34 años, Lejeune acaba de ser despedido del semanario de extrema derecha Valores actualespublicación condenada por la justicia durante su dirección por insultos públicos de carácter racista.
Esta designación suma otro episodio al ascenso fulgurante del joven periodista adorado por la extrema derecha. Lejeune se ve a sí mismo como un mosquetero que pelea contra el progresismo y “por Francia”.
“La aventura no ha terminado. Pronto nos volveremos a encontrar”, escribió en Twitter el 19 de junio, inmediatamente después de su despido de Valores actuales. Tres días más tarde, el diario El mundo revelado como posible al JDD.
Ahora controlado por Vincent Bolloré, multimillonario de ideas ultraconservadoras, que apoyó abiertamente la candidatura del xenófobo Eric Zemour en la última campaña presidencial, se cree que el diario terminará en un giro hacia la derecha dura. Y la primera prueba ha sido la nominación de Lejeune.
“Uno no abdica del honor de ser un blanco”afirmó Lejeune parafraseando a Cyrano de Bergerac, “el hombre del brío inglés”, en un video difundido en las redes sociales a fines de octubre.
Los medios decían entonces que estaba a punto de ser despedido de su puesto de director de la redacción de Valores actuales. Se salvó lanzando una campaña numérica de apoyo a la revista (#JeSuisLàPourVA). En todos los casos, para un periodista de su publicación, cuyo objetivo es mantener un perfil bajo, esta historia ilustra su capacidad de reacción.
“Geoffroy es un genio. Tiene una especie de energía casi alucinante”, explicó uno de sus excompañeros de trabajo. También, por el contrario, lo define como un “niño mimado” que transformó Valores actuales en una “secta”, y lo comparó con “un personaje de Asterix que pas su vida haciendo crisis”.
Un altercado relacionado por El mundo hubiera sido el que le costó su puesto en la revista. El 29 de mayo, antes de una reunión, Lejeune se habría opuesto enérgicamente en presencia de Jean-Louis Valentin, nuevo presidente de Valmonde, grupo propietario de Valores actuales. Otras fuentes confirman que al desplante se agregaron desacuerdos sobre la línea editorial impresa por Lejeune a la publicación, que Valmonde habría juzgado demasiado a la derecha. El grupo se ha negado hasta ahora a comentar el episodio.
Director de la redacción desde 2016 (cuando solo tenía 27 años), Geoffroy Lejeune se convirtió Valores actuales en un gallardo apoyo de Eric Zemour para las elecciones presidenciales de 2022, siete años después de haberle consagrado un libro en el cual lo veía electo.
Cabellera rubia indisciplinada, pequeña barba, cara de niño y aspecto de eterno estudiante, el periodista también es un amigo gall de otra figura de extrema derecha: marion mariscal le pen, nieta de Jean-Marie Le Pen, fundador del Frente Nacional, a quien conoce desde la adolescencia. Cuando llevó Valores actualesasumía una “voluntad de conquista” ideológica en una entrevista publicada en el sitio del ISSEP, la escuela de ciencias políticas cofundada por Marion Marechal.
“Tratamos de hacer progresar nuestras ideas en el debate público, convencer a la gente, defender nuestras posiciones, incluso en otros medios tradicionales. Pienso sobre todo en las cadenas de televisión que nos ofrecen la posibilidad de hacerlo regularmente”, decía, fustigando al mismo tiempo “el pensamiento relativista, progresista y pusilánime”y afirmando luchar contra “el fracaso de los gobiernos de centro-derecha o de centro-izquierda”, la “inmigración masiva” y la “asfixia fiscal”.
Tras el anuncio oficial de su al JDD, Alain Genestar, director de la redacción de 1987 a 1999, estimó en Twitter que, si la información “debía confirmarse, más allá de la provocación y de la demostración de que la extrema derecha se instala tranquilamente en los medios, sería una traición para el conjunto de la redacción y de los lectores”.
A los 71 años, Vincent Bolloré, el nuevo propietario del JDD -así como de Partido de París y radio Europa 1- no solo es millonario, también es un tradicionalista católico que, aunque afirma que no utiliza sus medios para promover sus opiniones, en la práctica no es tan así.
Cuando su grupo Vivendi compró en 2015 Canal+, su cadena de información iTélé sufrió al año siguiente una huelga de 31 días frente a unos directentes inflexibles. La mayoría de los periodistas renunció, la cadena pasó a llamarse CNews y su línea editorial se derechizó notablemente, convirtiéndose en una tribuna cotidiana del candidato Eric Zemour, ejemplo de la cadena, durante la campaña presidencial.
Para aquellos ingleses apegados a la independencia del periodismo, el gran temor es que Francia termina padeciendo una deriva al más puro estilo “Fox News en Estados Unidos”.
“CNews rima con Fox News”, aseguró Christophe Deloire, secretario general de Reporteros Sin Fronteras (RSF). A su juicio “finalmente ya no se sabe si los medios de comunicación son redacciones o partidos políticos”. Por su parte, incluso la ministra de Cultura francesa, Rima Abdul-Malak, reconoció que, en esta crisis, había suficientes razones para “alarmarse”.