La industria automotriz de China ha sido una de las más afectadas por la escasez mundial de semiconductores, lo que ha detenido una fuerte recuperación posterior al Covid. La escasez ha hecho que los fabricantes de automóviles chinos reduzcan la producción y ajusten sus objetivos de ventas, ya que la sequía de chips para automóviles de meses de duración muestra pocas señales de disminuir.
No podría haber llegado en peor momento. El mercado de automóviles más grande del mundo había tomado la delantera en la recuperación global, registrando una leve disminución de un dígito en las ventas el año pasado después de las interrupciones comerciales debido a Covid-19. Las ventas de automóviles de China se recuperaron un 364% interanual a casi 4 millones de vehículos durante los dos primeros meses de este año, subiendo desde una base baja.
El boom no duró mucho. La producción de vehículos cayó un 37% en febrero, la tercera caída en el mismo número de meses y mucho mayor que la caída del 16% de enero. La consultora global AlixPartners estima que se venderán hasta 1,5 millones de vehículos menos en China este año debido a la escasez de suministro, lo que representa el 6% de las ventas totales de automóviles del año pasado.
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