La avenida Corrientes festejó la reapertura del Teatro Alvear, tras estar cerrado durante esta década
Habrán pasado 3342 días (o 9 años y un mes) desde que se bajó por última vez el telón del Teatro Presidente Alvear (ahora, Teatro Alveara secas) hasta el martes, cuando se estrene Edmundo, una obra del inglés Alexis Michalik. De ese modo, se cerrará el período más triste de esta sala con 861 espectadores que la temporada pasada, en silencio, festejó sus 80 años de vida. Por eso, desde las 13 de este domingo otoño en pleno invierno, en la avenida Corrientes al 1600, la puerta de la renovada sala, prevaleció el clima de festejo por esta esperada y demorada vuelta a la actividad de la emblemática sala.
Hasta las 16, mientras el público recorría en grupo la impactante sala rediseñada por la escenógrafa Julieta Ascar (“la idea es que el espectador entre a ver a una obra de arte antes de ver una obra de teatro”, decía una guía a un grupo un grupo de curiosos que no paraba de sacar fotos), abajo, en los camarines, artistas y bailarines del Taller de Danza probaban los trajes históricos que, luego, fueron copando el escenario ubicado en plena Corrientes para lucirlos frente a la gente que se agolpó en el lugar. Paralelamente, en el hall del primer piso se proyectó un video que daba cuenta de la historia de esta sala que lleva el número de un presidente que se llevó con una actriz y el mismo complejo proceso de puesta a punto de esta obra que , como se anunció en su oportunidad, implicó para el gobierno porteño una inversión de 600 millones de pesos.
Con la conducción de Nicolás Scarpino y Malena Guinzburg, por el escenario montado en la calle para el festejo circularon también los elencos de Granja de Zenon, gato con botas donde el artista Fernando Dente, quien forma parte del circuito comercial; junto a artistas y montajes del Complejo Teatral. Así fue como los integrantes del Grupo de Titiriteros se mezclaban con los integrantes del Taller de Danza o el elenco de Narices, obra de Hugo Midón presentada en el Teatro San Martín. Mientras tanto, chicas y chicos hacían cola para maquillarse en los camarines montados en la calle o sacarse fotos con el vestuario teatral aportado para la fiesta. De paso, varios elencos de espectáculos infantiles de la zona aprovechan también para seducir a los espectadores.
Antes del corte de cinta simbólica que se realiza sobre el guión ubicado en la calle, gabriela ricardes, la directora del Complejo Teatral, habló con LA NACION. “La reapertura implica tener al complejo funcionando con su totalidad de las salas y ayuda al organismo a tener un teatro más clásico y que nos permite pensar otros contenidos”, apuntó. A lo largo de las últimas décadas, el Alvear fue la sala pública que supo albergar una interesante cantidad de propuestas coreográficas ligadas a la experimentación. Luego del estreno de Edmundoel director del Complejo adelanta que pensará en programar todas ellas muy obras de repertorio a cargo del Ballet Contemporáneo y, para 2024, apostar a creaciones de danza contemporánea.
Para ella, estos casi diez años de pasar por la puerta del Alvear y verlo cerrado era como un “agujero” en la avenida Corrientes. “Había un vacío y una de las primeras cosas que hice apenas asumí la dirección del complejo fue ver cómo estaba la sala. Lo básico fue la sala volviera a funcionar tanto para el público como para los creadores, que el escenario esté operativo y que el espectador sea cómodo. Por cierto, presente un proyecto que acompañó el gobierno, encargado para el complejo con la visión de Julieta Ascar, porque nos pareció interesante que el proyecto estuviera en mano de una escenógrafa y no de una arquitecta para trabajar las cuestiones relacionadas con la recuperación de los materiales de la sala en el marco de una caja escénica de diseño contemporáneo y equipado con nuevas tecnologías”.
Pasadas las 14, el ministro de Cultura, Enrique Avogadro, junto a Ricardes cortaron la cinta frente a cientos de curiosos ubicados en la puerta del Teatro Alvear con sus butacas en tonos lila, la cuidada paleta cromática de las distintas maderas de piso y paredes internas , las telas que cubren las otras paredes del ingreso a la platea y un delicado diseño lumínico para que esta gran obra (la de infraestructura, la de renovación tecnológica, la de un nuevo interiorismo) el martes se luzca ya con público. Entonces, el Teatro Alvear abre su telón para que estrene la primera obra, y esta vez, por fin, será una obra teatral.