Masters de Augusta | El mito de Amen Corner

Hay mucho más de lo que se ve a simple vista
en este campo de golf
Hay lugares en los que se siente algo extraño. Algo
inquietante. Y en medio de la naturaleza, por supuesto,
aún más.
Algo de esto le debió pasar a Herbert Warren Wind, ilustre
cronista deportivo norteamericano, cuando en 1958
buscaba describir las sensaciones que le producían un
lugar en particular del campo de golf del Augusta National.
El artículo original de The Fateful Corner, Herbert Warren Wind, Sports Illustraded, 21 de abril de 1958.
El 21 de abril de 1958, la prestigiosa revista Sports Illustrated
publicó un artículo de Warren Wind sobre el Masters de ese
año. En el texto el periodista buscaba una forma de definir
ese misterioso rincón que tan extrañas sensaciones despertaba
no sólo en los espectadores, sino, sobre todo, en los jugadores.
Y buscó una expresión para definirlo: “…en el tramo más alejado
del campo de Augusta National, en el rincón del Amen, donde
Rae’s Creek se cruza con la calle trece…”.
“No lo veo, ¿dónde está el green?,
¿dónde está el hoyo? Ha desaparecido”
De esta manera, Warren Wind le puso nombre a un lugar
mágico para todos. Una zona del campo que es
extrañamente barrida por el viento. Y que los jugadores
temen y los aficionados respetan y adoran.
Pero más allá del bautizo, Warren Wind tampoco pudo
explicar lo que allí ocurre. Al parecer nadie puede hacerlo.
Amen Corner es un lugar extraño. Y sólo a través de los
testimonios de los jugadores, periodistas y aficionados,
testigos de todo ello, se puede conocer lo que significa.
El campo de golf del Augusta National se encuentra en la
ciudad de Augusta, en el estado de Georgia. El terreno fue
en sus inicios una antigua plantación de índigo y abrió sus
puertas como club de golf en 1933. Un año después se celebró
el primer Masters, uno de los cuatro Majors del calendario.
Se cuenta que las entradas para ver el torneo se encuentran
agotadas desde 1972. Pero, ¿por qué es tan especial Amen
Corner? Nadie lo sabe. El recorrido por los tres hoyos que lo
componen, y en especial, el misterioso green del 12, sirven
para mostrar este pedazo de tierra que ha forjado campeones
y destruido esperanzas.
Tarjeta de campo del Augusta National
Recorrido total: 6.789 metros.
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
407
526
320
219
452
164
411
521
421
453
462
142
466
402
485
155
402
425
4
5
4
3
4
3
4
5
4
4
4
3
5
4
5
3
4
4
El mágico rincón del campo lo forman tres hoyos: el 11,
el 12 y el 13, aunque los puristas indican que comienza
exactamente con el segundo golpe del 11 y acaba en los dos
primeros del 13.
El inicio de Amen Corner. Se recuerda especialmente por
la milagrosa victoria de Larry Mize ante Greg Norman, al
que derrotó en un histórico desempate en el Masters de
1987.
Un estanque protege al green por la izquierda y un
búnker está estratégicamente ubicado en el centro.
Antes de 1950, el arroyo Rae’s Creek corría frente a
este green. Fue reemplazado por un peligro mayor
en forma del estanque actual.
Este segundo golpe del hoyo 11 se considera el
prinicipio exacto del recorrido por Amen Corner.
El extraño viento que recorre este hoyo es a menudo
un factor importante a la hora de jugarlo. El golpe de
salida se juega cuesta abajo y de izquierda a derecha.
Sergio García – Ganador 2017
¡Ha habido momentos en los que me he preguntado
si la bandera se encuentra realmente en el green!
El par 3 más corto de todo el recorrido y el corazón de Amen
Corner. Es uno de los hoyos más famosos del mundo y en
donde se dan los hechos más extraños. El viento, el estrecho
green y el agua han frustrado muchas esperanzas de alcanzar
la chaqueta verde.
El green está protegido por el Rae’s Creek y un par
de búnkeres. Allí sepultaron sus esperanzas Rory
McIlroy (2012), Bubba Watson (2013) y Jordan Spieth
(2016).
La presencia amenazante del Rae’s Creek obliga a
los jugadores a apuntar a la superficie del green. Este
es de la mitad de tamaño que el green promedio d
Augusta.
La elección del palo de salida suele ser crucial ya
que los vientos variables pueden condicionar mucho
el golpe.
Patrick Reed – Ganador 2018
«Se perdieron más chaquetas verdes en el
hoyo 12 que en todas las tintorerías de Augusta City»
Este hoyo fue más un descubrimiento que producto del diseño
del campo. Originalmente era un prado abierto y todo lo que
tuvo que hacer Alister McKenzie (diseñador del recorrido) fue
construir un green al otro lado del arroyo.
El green se encuentra en una elevación y “peinado”
por los vientos de Rae’s Creek. Cuatro búnkeres
amenazan a la izquierda y hacen que el golpe de
aproximación al green sea muy cuidadoso.
El riesgo de intentar llegar en dos golpes puede
compensarse con la posibilidad de conseguir un
eagle en un hoyo muy largo.
Se necesita un golpe de salida preciso hacia el
centro de la calle para poder alcanzar el green
en dos.
Tiger Woods – Ganador 2019
Cuentan que un año preguntaron a Tiger Woods si
se sentía cómodo antes de empezar el hoyo 12.
«Sí, el lunes, martes y miércoles», contestó con ironía al
citar los días en los que no se juega. Y dicen las leyendas
y refranes que el hoyo 12 puede llevar a un Bautista al
alcoholismo.
Lo cierto es que sólo los jugadores pueden saber lo que
se siente al golpear en la salida de estos hoyos. Si cierran
los ojos o rezan, buscando la esperanza de atravesarlos
y alcanzar la redención de la mágica chaqueta verde.
«Aquí es donde Dios
pasa el rato»
Fuente: Masters.com/nytimes.com (A Golf Writer’s Term, Forever: Amen.
Karen Course). SportsIllustrated (The Fateful Corner.
Herber Harren Wind)/ElPaís/LaVanguardia/Ten-golf.com/opengolf.es/
golf.com/Getty/GraphicNews/Elaboración propia.
Hay mucho más de lo que se ve a simple vista
en este campo de golf
Hay lugares en los que se siente algo extraño. Algo
inquietante. Y en medio de la naturaleza, por supuesto,
aún más.
Algo de esto le debió pasar a Herbert Warren Wind, ilustre
cronista deportivo norteamericano, cuando en 1958
buscaba describir las sensaciones que le producían un
lugar en particular del campo de golf del Augusta National.
El artículo original de The Fateful Corner, Herbert Warren Wind, Sports Illustraded, 21 de abril de 1958.
El 21 de abril de 1958, la prestigiosa revista Sports Illustrated
publicó un artículo de Warren Wind sobre el Masters de ese
año. En el texto el periodista buscaba una forma de definir
ese misterioso rincón que tan extrañas sensaciones despertaba
no sólo en los espectadores, sino, sobre todo, en los jugadores.
Y buscó una expresión para definirlo: “…en el tramo más alejado
del campo de Augusta National, en el rincón del Amen, donde
Rae’s Creek se cruza con la calle trece…”.
“No lo veo, ¿dónde está el green?,
¿dónde está el hoyo? Ha desaparecido”
De esta manera, Warren Wind le puso nombre a un lugar
mágico para todos. Una zona del campo que es
extrañamente barrida por el viento. Y que los jugadores
temen y los aficionados respetan y adoran.
Pero más allá del bautizo, Warren Wind tampoco pudo
explicar lo que allí ocurre. Al parecer nadie puede hacerlo.
Amen Corner es un lugar extraño. Y sólo a través de los
testimonios de los jugadores, periodistas y aficionados,
testigos de todo ello, se puede conocer lo que significa.
El campo de golf del Augusta National se encuentra en la
ciudad de Augusta, en el estado de Georgia. El terreno fue
en sus inicios una antigua plantación de índigo y abrió sus
puertas como club de golf en 1933. Un año después se celebró
el primer Masters, uno de los cuatro Majors del calendario.
Se cuenta que las entradas para ver el torneo se encuentran
agotadas desde 1972. Pero, ¿por qué es tan especial Amen
Corner? Nadie lo sabe. El recorrido por los tres hoyos que lo
componen, y en especial, el misterioso green del 12, sirven
para mostrar este pedazo de tierra que ha forjado campeones
y destruido esperanzas.
Tarjeta de campo del Augusta National
Recorrido total: 6.789 metros.
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
407
526
320
219
452
164
411
521
421
453
462
142
466
402
485
155
402
425
4
5
4
3
4
3
4
5
4
4
4
3
5
4
5
3
4
4
El mágico rincón del campo lo forman tres hoyos: el 11,
el 12 y el 13, aunque los puristas indican que comienza
exactamente con el segundo golpe del 11 y acaba en los dos
primeros del 13.
El inicio de Amen Corner. Se recuerda especialmente por
la milagrosa victoria de Larry Mize ante Greg Norman, al
que derrotó en un histórico desempate en el Masters de
1987.
Un estanque protege al green por la izquierda y un
búnker está estratégicamente ubicado en el centro.
Antes de 1950, el arroyo Rae’s Creek corría frente a
este green. Fue reemplazado por un peligro mayor
en forma del estanque actual.
Este segundo golpe del hoyo 11 se considera el
prinicipio exacto del recorrido por Amen Corner.
El extraño viento que recorre este hoyo es a menudo
un factor importante a la hora de jugarlo. El golpe de
salida se juega cuesta abajo y de izquierda a derecha.
Sergio García – Ganador 2017
¡Ha habido momentos en los que me he preguntado
si la bandera se encuentra realmente en el green!
El par 3 más corto de todo el recorrido y el corazón de Amen
Corner. Es uno de los hoyos más famosos del mundo y en
donde se dan los hechos más extraños. El viento, el estrecho
green y el agua han frustrado muchas esperanzas de alcanzar
la chaqueta verde.
El green está protegido por el Rae’s Creek y un par
de búnkeres. Allí sepultaron sus esperanzas Rory
McIlroy (2012), Bubba Watson (2013) y Jordan Spieth
(2016).
La presencia amenazante del Rae’s Creek obliga a los
jugadores a apuntar a la superficie del green. Este es
de la mitad de tamaño que el green promedio de
Augusta.
La elección del palo de salida suele ser crucial ya
que los vientos variables pueden condicionar mucho
el golpe.
Patrick Reed – Ganador 2018
«Se perdieron más chaquetas verdes en el
hoyo 12 que en todas las tintorerías de Augusta City»
Este hoyo fue más un descubrimiento que producto del diseño
del campo. Originalmente era un prado abierto y todo lo que
tuvo que hacer Alister McKenzie (diseñador del recorrido) fue
construir un green al otro lado del arroyo.
El green se encuentra en una elevación y “peinado”
por los vientos de Rae’s Creek. Cuatro búnkeres
amenazan a la izquierda y hacen que el golpe de
aproximación al green sea muy cuidadoso.
El riesgo de intentar llegar en dos golpes puede
compensarse con la posibilidad de conseguir un
eagle en un hoyo muy largo.
Se necesita un golpe de salida preciso hacia el
centro de la calle para poder alcanzar el green
en dos.
Tiger Woods – Ganador 2019
Cuentan que un año preguntaron a Tiger Woods si
se sentía cómodo antes de empezar el hoyo 12.
«Sí, el lunes, martes y miércoles», contestó con ironía al
citar los días en los que no se juega. Y dicen las leyendas
y refranes que el hoyo 12 puede llevar a un Bautista al
alcoholismo.
Lo cierto es que sólo los jugadores pueden saber lo que
se siente al golpear en la salida de estos hoyos. Si cierran
los ojos o rezan, buscando la esperanza de atravesarlos
y alcanzar la redención de la mágica chaqueta verde.
«Aquí es donde Dios
pasa el rato»
Fuente: Masters.com/nytimes.com (A Golf Writer’s Term, Forever: Amen.
Karen Course). SportsIllustrated (The Fateful Corner.
Herber Harren Wind)/ElPaís/LaVanguardia/Ten-golf.com/opengolf.es/
golf.com/Getty/GraphicNews/Elaboración propia.
Hay mucho más de lo que se ve a simple vista
en este campo de golf
Hay lugares en los que se siente algo extraño.
Algo inquietante. Y en medio de la naturaleza,
por supuesto, aún más.
Algo de esto le debió pasar a Herbert Warren
Wind, ilustre cronista deportivo norteamericano,
cuando en 1958 buscaba describir las
sensaciones que le producían un lugar en
particular del campo de golf del Augusta
National.
Portadilla del artículo original de The Fateful
Corner, Herbert Warren Wind, Sports Illustraded,
21 de abril de 1958.
El 21 de abril de 1958, la prestigiosa revista
Sports Illustrated publicó un artículo de Warren
Wind sobre el Masters de ese año. En el texto el
periodista buscaba una forma de definir ese
misterioso rincón que tan extrañas sensaciones
despertaba no sólo en los espectadores, sino,
sobre todo, en los jugadores.
Y buscó una expresión para definirlo: “…en el
tramo más alejado del campo de Augusta
National, en el rincón del Amen, donde
Rae’s Creek se cruza con la calle trece…”.
“No lo veo, ¿dónde está el green?,
¿dónde está el hoyo? Ha desaparecido”
De esta manera, Warren Wind le puso nombre a
un lugar mágico para todos. Una zona del campo
que es extrañamente barrida por el viento. Y que
los jugadores temen y los aficionados respetan
y adoran.
Pero más allá del bautizo, Warren Wind tampoco
pudo explicar lo que allí ocurre. Al parecer nadie
puede hacerlo. Amen Corner es un lugar extraño.
Y sólo a través de los testimonios de los
jugadores, periodistas y aficionados, testigos de
todo ello, se puede conocer lo que significa.
El campo de golf del Augusta National se
encuentra en la ciudad de Augusta, en el estado
de Georgia. El terreno fue en sus inicios una
antigua plantación de índigo y abrió sus puertas
como club de golf en 1933. Un año después se
celebró el primer Masters, uno de los cuatro
Majors del calendario.
Se cuenta que las entradas para ver el torneo
se encuentran agotadas desde 1972. Pero, ¿por
qué es tan especial Amen Corner? Nadie lo sabe.
El recorrido por los tres hoyos que lo componen,
y en especial, el misterioso green del 12, sirven
para mostrar este pedazo de tierra que ha
forjado campeones y destruido esperanzas.
Tarjeta de campo del Augusta National
Recorrido total: 6.789 metros.
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
407
526
320
219
452
164
411
521
421
453
462
142
466
402
485
155
402
425
4
5
4
3
4
3
4
5
4
4
4
3
5
4
5
3
4
4
El mágico rincón del campo lo forman tres
hoyos: el 11, el 12 y el 13, aunque los puristas
indican que comienza exactamente con el
segundo golpe del 11 y acaba en los dos
primeros del 13.
El inicio de Amen Corner. Se recuerda
especialmente por la milagrosa victoria de
Larry Mize ante Greg Norman, al que derrotó en
un histórico desempate en el Masters de 1987.
El extraño viento que recorre este hoyo es a
menudo un factor importante a la hora de
jugarlo. El golpe de salida se juega cuesta abajo
y de izquierda a derecha.
Este segundo golpe del hoyo 11 se considera el
prinicipio exacto del recorrido por Amen Corner.
Un estanque protege al green por la izquierda y
un búnker está estratégicamente ubicado en el
centro. Antes de 1950, el arroyo Rae’s Creek
corría frente a este green. Fue reemplazado por
un peligro mayor en forma del estanque actual.
¡Ha habido momentos en los que me he
preguntado si la bandera se encuentra
realmente en el green!
El par 3 más corto de todo el recorrido y el
corazón de Amen Corner. Es uno de los hoyos
más famosos del mundo y en donde se dan los
hechos más extraños. El viento, el estrecho
green y el agua han frustrado muchas
esperanzas de alcanzar la chaqueta verde.
La elección del palo de salida suele ser crucial
ya que los vientos variables pueden condicionar
mucho el golpe.
La presencia amenazante del Rae’s Creek
obliga a los jugadores a apuntar a la superficie
del green. Este es de la mitad de tamaño que
el green promedio de Augusta.
El green está protegido por el Rae’s Creek y un
par de búnkeres. Allí sepultaron sus esperanzas
Rory McIlroy (2012), Bubba Watson (2013) y
Jordan Spieth (2016).
«Se perdieron más chaquetas verdes en el
hoyo 12 que en todas las tintorerías de
Augusta City»
Este hoyo fue más un descubrimiento que
producto del diseño del campo. Originalmente
era un prado abierto y todo lo que tuvo que
hacer Alister McKenzie (diseñador del recorrido)
fue construir un green al otro lado del arroyo.
Se necesita un golpe de salida preciso hacia el
centro de la calle para poder alcanzar el green
en dos.
El riesgo de intentar llegar en dos golpes puede
compensarse con la posibilidad de conseguir un
eagle en un hoyo muy largo.
El green se encuentra en una elevación y
“peinado” por los vientos de Rae’s Creek. Cuatro
búnkeres amenazan a la izquierda y hacen que
el golpe de aproximación al green sea muy
cuidadoso.
Cuentan que un año preguntaron a Tiger Woods
si se sentía cómodo antes de empezar el hoyo 12.
«Sí, el lunes, martes y miércoles», contestó con
ironía al citar los días en los que no se juega.
Y dicen las leyendas y refranes que el hoyo 12
puede llevar a un Bautista al alcoholismo.
Lo cierto es que sólo los jugadores pueden saber
lo que se siente al golpear en la salida de estos
hoyos. Si cierran los ojos o rezan, buscando la
esperanza de atravesarlos y alcanzar la
redención de la mágica chaqueta verde.
«Aquí es donde Dios
pasa el rato»
Fuente: Masters.com/nytimes.com (A Golf Writer’s
Term, Forever: Amen. Karen Course).
SportsIllustrated (The Fateful Corner.
Herber Harren Wind)/ElPaís/LaVanguardia/
Ten-golf.com/opengolf.es/
golf.com/Getty/GraphicNews/Elaboración propia.