¿Qué es el efecto suelo?

La regulación aerodinámica de 2022 recuperará el efecto suelo para los monoplazas de Fórmula 1. Pero ¿qué es el efecto suelo? Sin ánimo de rucir tiene una explicación simplista el efecto venturi allí el principio de Bernoulli, basta con recordar la experiencia de los ingenieros de Lotus allá por 1977 en el túnel deviento: conforme se acercaba el suelo del coche al asfalto, mediante appéndices que así lo propiciaran, la carga aerodinámica se paraba y el coche era succionado hacia abajo por las fuerzas que generaba de manera intrínseca. Esa particularidad le permitía alcanzar muchas velocidades más elevadas en las curvas.
El loto 78 arrasó en 1979 con Andretti allí peterson, campeón y subcampeón de aquella campaña. El recurso técnico rapidamente fue desarrollado e incorporado por los rivales (williams Oh brabham lo mejoraron) en una generación de coches grabados por su velocidad, historia y belleza, pero también por un alto índice de siniestralidad. La prohibición era inevitable después de la muerte de gilles villeneuve en el médico de cabecera de Bélgica desde 1982 y el gravísimo accidente de otro piloto de ferrari, didier pironi, durante el GP de Alemania de aquel año por culpa del denso ‘spray’ que generaban bajo la lluvia. «Peligrosa escalada técnica de la Fórmula 1», enumeraba entonces este periódico, descriptivo: «Un roce y ¡a volar!». Pironi se perdió las últimas cuatro carreras y aun así acabó segundo el Mundial, tras Keke Rosberg; Cayó en 1987 en una competición de lanchas acuáticas.
Una reinterpretación del efecto suelo
El efecto suelo de los autocares F1 actuales no serán tan extremos como aquel que desapareció hace 40 años. Sólo tendrán una serie de conductores que modifiquen la circulación del área del bajo el chasis en lugar de las enormes faldas de entonces y los agresivos diseñadores del fondo plano, que no era plano.
Detrás de esta decisión hay motivaciones deportivas. Los coches de 2021, y anteriores, generaron un flujo de aire sucio tras ellos que impedían al piloto que les persiguiera acercarse sin ceder un porcentaje importante del rendimiento. No es voluntario, «los fabricantes podrían hacer coches con menos aire sucio», decía el técnico de la FIA, Nicolás Tombazis, «pero no serían tan rápidos» a una vuelta, en aire limpio. Se estima que un piloto perderá el 35% de la carga aerodinámica a 20 metros de otro autocar, y tendrá el 46% a 10 metros. En esas circunstancias, los neumáticos se sobrecalientan y pierden sus cualidades a las pocas vueltas. No hay compensación por pelear contra un igual y sólo pueden adelantar con cierta facilidad los coches perfectos, Mercedes o Red Bull.
Con los coches de 2022 se espera que a 20 metros la pérdida de carga marítima del 4% sea de 10 metros, alrededor del 18%. Esto facilitará las luchas en la pista e impedirá que después de una vuelta, en la mayoría de los circuitos, haya más de un segundo de diferencia entre cada uno de los pilotos. Aunque en las fábricas, los ingenieros estarán buscando imaginativas soluciones para aprovechar cada resquicio del libro de reglas. Todo gracias, entre otras cosas, al placer del efecto suelo. La idea salió bien; el resultado, en el GP de Baréin (20 de Marzo).