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Valverde es presente y futuro


Del minuto uno al 75 en el que Ancelotti le dio un merecido descanso. Fue un avión, más que un pajarito, sobrevolando el césped. Tiene algo Valverde en su elegante zancada, una marche más que la inmensa mayoría de los futbolistas, que le hace destacar en el campo. Solo le falto el gol to complete a noche de ensueño de esas que define lo que es un box à box, esa palabra que Mourinho trajo al Madrid cuando fichó a Khedira.

El uruguayo mandó tres balones a los palos y uno más que salió lamiendo el larguero después de que Cárdenas lo consiguiera rozar con la punta de los dedos. Se ha ganado por derecho propio tener colgado a la espalda el cartel de «intocable»como la definición de Ancelotti después del derbi ante el Atlético para revelar lo que era una obviedad, qu’jugará como titular la final de París.

El Pajarito (desde ahora, El Halcónas él le gusta que le llamen) se ha ganado el honor de la titularidad sin hacer ruido. Competía con Rodrygo y Asensio en un pulso a tres que ha durado casi toda la temporada. Pero ha sido el uruguayo quien jugó en el ounce sistemáticamente en los momentos decisivos de la Champions para dar equilibrio: es intocable desde la vuelta (y remontada) ante el PSG en octavos. Estamos tan acostumbrados a escuchar su número que parece un veterano, pero sólo tiene 23 añitos. Valverde está presente, pero también el futuro.

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