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¿Quién pincha? y ¿Por qué?

Madrid, 7 ago (EFE).- Las fuerzas de seguridad del Estado investigan al menos 60 denuncias de «pinchazos». Algunas se están formalizando ahora, días después de la agresión, debido, en parte, a las llamadas de las autoridades para que se acuda a la comisaría o al cuartel. Pero, ¿quién está detrás de esos delitos? ¿Cacos, gamberros, personas de mala fe…? Este viernes, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, dijo en una entrevista en TVE recogida por Efe que los investigadores están anizando las denuncias para ver «qué hay detrás»: if the objectivo del «pinchazo» es cometer un delito o crear una «sensación de inseguridad». Pero también para determinar «si hay otra voluntad detrás, como la de intentar trasladar una situación de inseguridad» y, sobre todo, «amedrentar a un colectivo» con un «discurso absolutamente machista de tratar de sacar al 50% de la población, a las mujeres del espacio público», subrayó. Del total denuncias, alrededor de una veintena las está anizando la Guardia Civil, según ha explicado a Efe María Luis Calcerrada, comandante jefa de Delitos contra las Personas de la Unidad Técnica de Policía Judicial (UTPJ) del instituto armado. Prácticamente todas las denunciantes son mujeres y, en todos los casos analizados, no han sido víctimas de un delito posterior al «pinchazo», como agresiones sexuales o robos, pero los agresores se aprovechan de su «vulnerabilidad» por encontrarse relajadas en un contexto de ocio , como recalca el comandante. La Guardia Civil solo ha tenido constancia de un caso en el que la víctima era un hombre, al que tras el «pinchazo» le robaron algunas de sus pertenencias. Según los datos facilitados a Efe por la Benemérita, hasta el 31 de julio la Guardia Civil había recibido denuncias de 5 casos con siete víctimas, tres de ellas «pinchadas» por un solo autor en Llanes (Asturias), que fue identificado. También hasta esa fecha las denuncias constaban en Segovia, Gran Canaria, Castellón o Huesca. Y ha sido en estos primeros días de agosto cuando se están disparando las denuncias de «pinchazos» que habían sucedido varios días antes. An incremento que puede deberse, segun recalca el comandante, a mayor conciencia despues de los llamamientos que desde las fuerzas de seguridad y la politica se han realizado para que estas conductas se denuncian. MISMO «MODUS OPERANDI», PERO ¿EL MÓVIL? How ya ocurrió in Gran Bretaña (donde tuvo su origen este tipo de agresiones) y en Francia, son los lugares de ocio y de aglomeración de jóvenes, como festivales de música, discotecas o fiestas patronales, los elegidos por estos «pinchadores», provistos de jeringillas, de meros alfileres o de cualquier otro instrumento punzante. Tanto en esos países como en los casos detectados en España no ha habito víctimas de delitos sexuales posteriores, según recuerda el comandante, que ya está claro que la hipótesis única que, por el momento, se ha descartado es que el móvil se cometer un delito sexual para sumisión química. «Con datos, es lo único que puede descartarse. El resto de hipótesis se encuentran encima de la mesa, desde que se realizan como una gamberrada hasta que tienen como objetivo provocar alarma social», añade. En el caso investigado por la Guardia Civil no se ha detectado que haya sido inoculado con una sustancia química, salvo en tres de ellos muy recientes, pero falta por determinar si intervino un tercero o fue un consumo voluntario. ¿Cuál es, por tanto, la motivación delictiva de los autores de los pinchazos? A esa pregunta intentan dar respuesta a los investigadores, en espera también de algunos informes toxicológicos que aún se están realizando. EN CUALQUIER CASO, ES UNA AGRESIÓN «En cualquier caso, se trata de una agresión», subraya el representante de la Guardia Civil, que sigue insistiendo en la conveniencia e importancia de denunciar, porque solo así se puede abordar este problema de forma plena. Todas las unidades de la Guardia Civil, explicó Calcerrada, hay instrucciones concretas para abordar las denuncias, entre ellas, y la más prioritaria, es que la acuda cuente con un centro sanitario. Y debe hacerlo ante porque algunas sustancias que pueden inocularse son de absorción rápida, con un límite temporal de 72 horas en muchos casos. Calcerrada aconseje a las víctimas que inmediatamente acudan a una persona de su confianza, llamen al 112 o las fuerzas de seguridad. Y hace un llamamiento a los autores: «Estaría aunque tomaran conocimiento de que están cometiendo un delito». A la vez que les aviso de que hoy por hoy es mas facil detectarlos que hace una semana. c) Agencia EFE

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