Barty le da Australia su primer título individual en 44 años

Este sábado pintó muy bien para el tenis aussie en Melbourne. Y el día no pudo ser mejor, porque Ashleigh Barty puso fin a la maldición local que había extendido en los cuadros individuales del Open de Australia durante 44 añoslos que pasaron desde que Christine O’Neal ganó el último título aussie en 1978. Y, casualidades de la vida, lo hizo ante una estadounidense, Betsy Nagelsen, igual que Barty, que lo consiguió contra otra, Danielle Collins, tras recuperar un 5-1 en el segundo set: 6-3 y 7-6 (2) en 1h27.
La número uno del mundo suma así su tercer trophy de Grand Slam, después de vencer en Roland Garros 2018 y Wimbledon 2021 (sin jugar en ninguno de los tres contra una top-10), lo que convierte en la segunda tenista en activo capaz de sumar títulos en majors en todas las superficies, después de Serena Williams. La afición local no vio a una compatriota en la final de Wendy Trumbull, quien perdió ante la checa Hana Mandlikova en 1980. En el torneo masculino, Lleyton Hewitt fue el último subcampeón (ante Marat Safin en 2005). Rod Laver, la propia O’Neal y otras leyendas del país, como Evonne Goolagong, que le entregó la copa, gestando in situ la victoria de su compatriota con emoción.
Ash fue capaz de cerrar en dos sets un partido que se le había complicado en el segundo y así se deshizo de su cuarto rival estadounidense seguido en el torneo, ya que antes había apeado a Anisimova, Pegula y Keys. Llegaba al último encuentro sin haber cedido un set, con 21 juegos perdidos y un solo quiebre en contra. Collins tuvo el merito de encajarle dos, pero cuando mayor lo tenía, se enredó con el público, que logically animaba sin cesar a su paisana, pero sin malas actes. La americana encaró con algunos espectadores y perdió la concentración, a la crecía de nuevo el juego variado de Barty, a lomos de su creepante cortado.
Lágrimas y orgullo
“Me siento muy bien aquí y siempre soñé con jugar este torneo. Es el Grand Slam favorito de la mayoría de los jugadores”, dijo Collins para congraciarse con los aficionados, que la aplaudieron, antes de emocionarse hasta las lágrimas al agradecer a su equipo y a su novio el apoyo colgante las dos últimas semanas. “Me he hecho jugar mi mayor tenis contra una campeona como Danielle. Esto es un sueño hecho realidad y estoy muy orgullosa de ser australiana”, afirmó Bartyla única certeza de un circuito femenino muy abierto, en el que han coronado un montón de jugadoras desde que el dominio tiránico de Serena Williams, precisamente en el Abierto de Australia de 2017.
Cuadro femenino del Abierto de Australia.