Cierra los ojos y llena tus bolsillos

Nasser Al Khater, director ejecutivo de Qatar 2022, dijo hace tres días a las CNN que la homosexualidad no esta permitida y que los fans LGTBI tendrá derecho a ver los partidos de la Mundo, pero que no pueden hacer «demostraciones públicas de afecto». Ahora está tratando de arreglarlo diciendo que todos son bienvenidos, pero el daño ya está hecho. En Qatar, la homosexualidad se castiga con hasta cinco años de prisión, por lo que ya podemos intentar camuflar una realidad que está ahí para quien quiera verla, que no filtra. Porque ahí está la clave: hay quien prefiere cerrar los ojos y seguir llenándose los bolsillos. Hay quienes se quedarán con la explicación de que solo tres trabajadores murieron durante la construcción de los estadios a pesar de las denuncias de organizaciones de derechos humanos y el informe de El guardián lo que habla de aproximadamente 6.500 fallecidos. El término que lo explica se llama «sportwashing», que no es ni más ni menos que utilizar el deporte, grandes eventos deportivos, para limpiar la reputación de países con graves déficits democráticos.
Hamilton, con su casco arcoíris.
ANDREJ ISAKOVIC (AFP)
Este fin de semana tiene lugar en Jeddah. Arabia Saudita) los gran Premio desde F1 y Lewis Hamilton no estaba en silencio. Llamó a las leyes contra la comunidad LGTBIQ + «horribles», se centró también en la represión de las mujeres y anunció que volverá a usar el casco con los colores del arco iris como mejor le parezca. Lo hizo en Qatar. Entonces que, Joan Laporta, justificado que el Barça ir a Riad jugará un partido amistoso el 14 de diciembre en homenaje a Maradona «porque la familia nos lo pidió». Eso sí, volvió a lanzar el guión del eslogan para afirmar que el compromiso del club con los principios éticos y democráticos es irrenunciable y que incluso la Fundación está trabajando en un proyecto de igualdad de género en Arabia Saudí. De los casi tres millones de euros que cobrarán, ni pío. Y también quiere que eso fuerce. Los derechos humanos, al parecer, tienen un precio. Hay quien paga, hay quien cobra y hay quien al menos alza la voz. Puedes elegir… Al menos aquí, no como en Qatar o Arabia Saudita.