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El piragüismo español enseña sus garras en París y demuestra que luchará por varias medallas


El piragüismo de aguas tranquilas, el deporte que debe tirar del carro del medallero español en esta segunda y última semana de competición, ha dado hoy sus primeras paladas en el Estadio Náutico de Vaires-sur-Marne.

Y éstas han sido promisorias, con las siete embarcaciones que han entrado en competición pasando a la final, en el único caso del K4 500 femenino, o a semifinales, en el del K4 500 masculino, los C2 500 en ambos sexos y los tres K2 500 -hay dos masculinos-.

El K4 500 masculino, la joya de la corona del piragüismo español, con Saúl Craviotto buscando una sexta medalla olímpica, fue segundo en su serie a sólo nueve centésimas de los alemanes (1:20.51), en una primera reedición de la final de Tokio.

Los dos primeros pasaban directamente a las semifinales del jueves 8 -día en el que se disputa también la final (13.50)- y los españoles –Craviotto, Carlos Arévalo, Marcus Cooper y Rodrigo Germade– fueron primeros hasta los últimos metros, cuando fueron superados por los germanos, con tres de los cuatro campeones olímpicos en Tokio en sus filas.

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Toda vez que la primera serie fue cuatro décimas más lenta, con serbios y húngaros clasificados directamente para semifinales, españoles y alemanes se perfilan nuevamente como favoritos al oro.

No les fue a la zaga su homónima femenina, el K4 500 con Sara Ouzande, Estefanía Fernández, Carolina García y la eterna Teresa Portela -séptimos Juegos a sus 42 años- plantando cara a las mismísimas neozelandesas, que una vez más estaban lideradas por la gran Lisa Carrington.

Las españolas fueron segundas (1:32.92) a medio segundo de las oceánicas y muy por delante -casi un segundo- del cuarteto polaco, bronce en Tokio hace tres años. Así las cosas, se metieron por la puerta grande en la gran final del jueves (13.40), en la que buscarán una medalla que sería histórica para el piragüismo femenino de nuestro país. Alemanas y húngaras, más allá de las ‘kiwis’, serán las principales rivales en la lucha por los metales.

El C2 500 nunca falla

También alcanzó las semifinales el C2 500 de Joan Moreno y Diego Domínguez (1:37.78) y lo hizo con una enorme autoridad aunque en los metros finales fue sobrepasado por la dupla china (1:37.40).

Moreno y Domínguez dieron el ‘sorpasso’ en el selectivo nacional derrotando a Pablo Martínez y Cayetano García, oro mundial en 2022 en Halifax (Canadá) y bronce en Duisburgo (Alemania) en 2023.

Ambas parejas se jugaron definitivamente la plaza olímpica en la Copa del Mundo de Szeged, en la que los primeros fueron segundos y los sevillanos, cuartos. Ellos también disputan las semifinales y una final A en la que seguro que estarán (13.30) el próximo jueves.

La cuarta embarcación en pasar su primera criba fue el C2 500 de Antía Jácome y María Corbera. La gallega y la madrileña, que mañana compiten en las series del C1 200 -estos son los primeros Juegos en los que se permiten dos representantes por país en K1, K2 y C1-, mantuvieron un apasionante mano a mano durante gran parte de la regata con las canadienses Katie Vincent y Sloan Mackenzie, grandes candidatas al podio junto a la dupla china y las españolas.

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Finalmente fueron las canadienses las que se llevaron el gato al agua con un crono de 1:54.16, por 1:55.63 de las españolas. Las chinas se habían impuesto en la primera serie con 1:54.45. Ucranianas y húngaras son las otras candidatas a los metales. En su caso, tanto las semifinales como la final (12.50) son el próximo viernes 9 de agosto.

Cooper y Del Río recurren a cuartos

Luego llegaba el turno del K2 500, tanto masculino como femenino, con tres opciones españolas. Los primeros en competir fueron Adrián del Río y Marcus Cooper (1:35.26), que se dejaron ir en los últimos metros viendo que alemanes y portugueses eran inalcanzables -sólo los dos primeros pasaban a semifinales-, guardando fuerzas para los cuartos de final.

Una estrategia acertada visto el resultado, pues se impusieron en esta regata con enorme suficiencia y un tiempo de 1:29.12.

Mejor les fue a Carlos Arévalo y Rodrigo Germade, que en la regata más pareja vista esta mañana en Vaires-sur-Marne fueron segundos con un crono de 1:28.85, a sólo una centésima de la pareja polaca y apenas seis más rápido que la canadiense, clasificándose directamente para las semifinales del viernes 9 de agosto.

Por último, el K2 500 de Sara Ouzande y Carolina García (1:49.01) vivía una situación parecida a la de Cooper y Del Río y se dejaba ir muy pronto viendo que suecas y polacas estaban claramente por delante, reservando fuerzas para los cuartos de final.

Regata en la que fueron terceras, con un crono de 1:42.03, a la estela neerlandesas y australianas tras dominar el primer tramo de la carrera. A semifinales pasaban las cuatro primeras así que las españolas cumplieron su objetivo.

Las semifinales y finales del K2 500, en ambos sexos, son el viernes 9 de agosto. Este miércoles disputan sus series Adrián del Río y Paco Cubelos (K1 1000), Estefanía Fernández y Begoña Lazkano (K1 500) y Pablo Crespo (C1 1000).

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