Motocross | MXGP: «Nunca vimos nada igual»
Una victoria de ensueo. Hay muchas formas de ser campen del mundo. Pero pocas mejores que lograr el ttulo con una autoridad impropia de un piloto de tan solo 23 aos y ante tu aficin, con miles de espaoles gritando «vamos Jorge, vamos jorge» y el mtico grito que tantas veces se ha escuchado en el deporte espaol: «Campeones, campeones, ol, ol, ol!!!».
Jorge Prado lo tena todo de cara para llevarse su cuarto campeonato del mundo. Pero, en estos momentos clave, lo normal es que te entre la presin. Y desde que el lucense lleg al circuito, desprenda una tranquilidad y una confianza que ya avisaban que iba a revalidar el ttulo.
Campen y… Ganando el Gran Premio!
Y es que ya avis antes de la primera manga. «Es slo una carrera ms», asegur. Y dicho y hecho, se puso el casco y las gafas protectoras y dio el primer golpe sobre la mesa llevndose la primera carrera del fin de semana en Czar muy sobrado. En las ltimas vueltas pudo hasta bajar revoluciones, gestionar y descansar de cara a la siguiente carrera. Y se not, porque al bajarse de la moto, no se le notaba cansado, y eso que el trazado es muy fsico y haca muchsimo calor.
La segunda carrera empez igual y termin con susto. El ‘1’, que es el maestro de las salidas volvi a llevarse el holeshot, y en vez de conformarse y no arriesgar, trat de llevarse la manga. Ganar un Mundial nunca puede ser fcil, y un error de Jorge provoc los primeros murmullos y «uys» de la grada, aunque el espaol sac la calculadora y qued cuarto, ganando el GP de Castilla la Mancha.
El caos del podio
A partir de ah empez el caos. Invasin de pista pocas veces vista de los miles de espaoles que fueron a apoyar a Prado. De hecho, estuvo a punto de caerse, con todos los empujones que hubo en la celebracin, que algunos fotgrafos catalogan como «nunca vista» y «peligrosa», ya que algunas cmaras acabaron rotas y algunas vallas por el suelo. Y no es por menos, porque el nombre de Jorge Prado ya est marcado para siempre en la historia del motocross, y ms en Espaa, donde ha dejado una huella casi inigualable.
Antes del podio, el equipo cogi a Prado a traicin y empez el manteo. Le pusieron una corona, y con el trofeo de campen en las manos grit el mtico «vamos», tan usado por todos los deportistas espaoles cuando ganan alguna competicin.
Una celebracin al ms puro estilo motocross
Y llego el mejor momento, la celebracin. Primero, cabe decir que fue largo el festejo, porque cuando lleg al paddock, cada metro que andaba Jorge pareca un kilmetro. Par con todo el mundo. Primer abraz a todos los miembros de su equipo, y de camino a la rueda de prensa salud a todos, tanto aficionados, como compaeros. No dijo que no a ninguna fotografa, devolviendo al pblico todo lo que le han dado este ao. Tuvo que ser su responsable de prensa la que dijo «basta» y se llev a Jorge.
Eso s, desprenda una felicidad que pocos conocen, ya que son muy pocos los que son campeones del mundo. Y aunque parezca fcil no lo es. «El ao pasado fue ms fcil, porque con la lesin de Gajser no tuve un rival claro. Este ao ha sido totalmente distinto, no ha habido lesiones y no hay excusas. Todos hemos dado el 100% y ha ganado el mejor», declaraba el piloto. Una declaracin que est muy lejos de ser una ‘sobrada’, ya que es una demostracin de confianza a la que Gajser y Herlings rieron y asintieron, reconociendo el mrito de Jorge.
No hay excusas posibles. Todos hemos dado el 100% y ha ganado el mejor
Acabadas las declaraciones, tocaba el descontrol. Se dirigi al motorhome de su equipo. All conenz la celebracin de verdad. Rodeados de cientos de aficionados que gritaban su nombre desde fuera de su carpa. La fiesta fue al ms puro estilo del mundo de las motos. Con todas las fuerzas que le quedaban, empez a dar gas y quemar rueda de sus dos motos para dar a todos sus fans el sonido que tanto aprecian: el de la moto rugiendo.
Los miembros de GasGas abrieron los champagnes y empezaron a baar a Jorge y su moto bajo gritos de «Jorge Prado, lo, lo, lo, lo, lo, lo», a los que se unieron todos los aficionados. Banderas espaolas y gallegas y una emocin que antes de la llegada de Prado, pocas veces se haba visto en Espaa, porque s, desde hoy es una gran leyenda viva de este deporte y ha puesto a la pennsula en el mapa del motocross.
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